“Vimos el helicóptero en la vía y no lo podíamos creer”
Por: Leandro Fernández Vivas.El incidente comenzó cuando el helicóptero sufrió un desperfecto en su turbina y el piloto se vio obligado a demostrar toda su capacidad a los mandos de la nave para salvar a todos sus pasajeros y a los desprevenidos habitantes del barrio que sobrevolaba. Por fuera de los parámetros indicados en los manuales para salvarse en situaciones extremas, logró llegar a tierra sobre las vías del tren de manera controlada. Nunca imaginó que después de salvarse lo chocaría el Sarmiento.
El relato inédito del piloto, el Comodoro (R) Gabriel Pavlovcic, fue el eje de la nota que Castelar Digital publicó hace pocos días, cuando se cumplió un aniversario del increíble suceso (Ver: Aterrizó sobre la vía y lo chocó el tren: “descendí en autorrotación a 260 km/h”). La difusión de la nota recorrió las redes sociales y cientos de vecinos, testigos del accidente, contaron como vivieron aquel extraño encuentro entre un tren y un helicóptero: “Estuve presente esa noche, al volante de la ambulancia F150 de la VII Brigada Aérea”, comentó Mario en Facebook. “Vimos ese helicóptero volviendo de la casa de una tía! Nos llamó la atención que volara tan bajo sobre las vías con el faro de búsqueda prendido”, señaló Hugo. “Mis respetos al piloto, me emociono al recordar, fui uno de los bomberos que concurrió y trabajo esa noche”, escribió Edgardo Garro debajo de la nota y adelantó que tenía imágenes del incidente. Desde el 82 hasta la fecha existen sólo dos fotos que ilustran lo que pasó entre el tren y el helicóptero, el testimonio y las fotos del vecino bombero son material histórico.
#NotaRelacionada: La sorprendente historia del mayor festival aéreo internacional realizado en la Base de Morón
“Ese día estaba cumpliendo función de guardia en el cuartel de Merlo, que estaba en San Antonio de Padua. Era el atardecer, ya estaba de noche y nos empezó a llamar la atención el vuelo rasante de un helicóptero, retumbaba en el cuartel. Nos asombraba y preocupaba porque se podía comer la torre de la radio o se iba a enganchar con los vientos de la torre. Nos enfocaba con un reflector y hacía vuelos rasantes, pero nos sorprendía porque no era ruta de helicópteros y menos que pasara tan bajo. Estábamos en eso cuando para un coche, con una familia, baja un muchacho corriendo y nos dice ‘en la vía cayó un helicóptero y lo atropelló el tren, creo que descarriló’. Tocamos la alarma y salimos”, comenzó su relato Garro sentado en una estación de servicio de Libertad, en Merlo, mientras mostraba sus históricas fotos pegadas en un cuaderno.
Cuatro dotaciones salieron a la carrera en sentido a las vías del ferrocarril, incluída la flamante Unidad de Rescate, una motobomba especialmente preparada para responder en accidentes, con malacates, columnas de luces radiocontroladas, camillas y equipamiento similar a los de una ambulancia de alta complejidad. “Vimos el helicóptero en la vía y no lo podíamos creer, asombro total. Estaba la hélice del helicóptero metida en la cabina del motorman y el tren apoyado contra el helicóptero. ¿Qué pasó acá? No entendíamos qué había ocurrido. ¿Cómo llegó ahí el helicóptero?”, narró abriendo cada vez sus ojos, como si pudiese ver aún el helicóptero sobre los rieles, sin que hayan transcurrido 39 años. “El lugar estaba lleno de gente, muchos vecinos, curiosos, pero estaba también el piloto que se puso a hablar con nuestros jefes. Llegó gente de Fuerza Aérea y también Bomberos de Morón, porque era su jurisdicción. Primero pedimos que cortaran la electricidad del tercer riel y después empezamos a hacer los trabajos para destrabar el helicóptero”, completó.
El Móvil 5 de Bomberos de Merlo, la flamante unidad de rescate, fue la elegida para la tarea. En primera instancia se cortó el alambrado perimetral del ferrocarril para poder acceder al lugar. Luego, la unidad se movió hasta el paso a nivel para regresar sobre la vía, saltando entre durmientes, para acceder al helicóptero. Se instaló el malacate y se erigió la columna de luces, elemento esencial para el rescate porque ya era de noche y el lugar estaba completamente a oscuras.
#NotaRelacionada: Malvinas: Voló 100 horas en zona de combate realizando búsqueda y salvamento
Garro ingresó a Bomberos de Merlo cuando tenía 18 años, apenas dos años antes del accidente aéreo. Luego fue bombero de la Policía Federal donde se retiró luego de 20 años de servicio, a principio de los 2000. Aunque nunca abandonó el oficio de bombero. Hoy dedica su tiempo libre a recorrer las rutas en moto y siempre lleva equipo y botiquín para auxiliar a quién lo necesite o actuar ante un accidente hasta que lleguen las autoridades del lugar.
Aquella noche del 82 a pocas cuadras de Barrera 80 en Ituzaingó, junto a sus compañeros se dedicó a destrabar al helicóptero de las vías, alejarlo del tren y prepararlo para que una grúa lo izara hasta un camión de Fuerza Aérea que lo esperaba sobre Segunda Rivadavia. “Esperábamos encontrar un desastre, lo que nos habían dicho era que el tren había descarrilado. Salimos a ver con qué nos encontrábamos, pero nos topamos con el helicóptero. Se verificó que no había heridos y después, ya con la mente fría, trabajamos para liberar la vía”, contó a Castelar Digital el bombero.
#NotaRelacionada: Don Elvis: Conocé el American Diner que eligió Disney para filmar Tierra Incógnita
Los uniformes de Fuerza Aérea se mezclaban con el verde de los bomberos de Merlo y de Morón y el gris del personal del Ferrocarriles Argentinos, operadora del Ferrocarril Sarmiento en aquel tiempo. Entre todos ellos un fotógrafo disparó varias veces para registrar el increíble accidente. Fotos que hasta esta nota no se habían hecho públicas y ningún medio había difundido, las fotos de los bomberos: “En esa época no había celulares, ni fotógrafos exclusivos, ni nada, pero la vuelta del cuartel había un muchacho que había puesto un local de fotografía. Fueron y lo llamaron, ‘¿Querés sacar fotos? Hay un accidente y estamos interviniendo’. Fue, sacó fotos y después vino al cuartel a ofrecernos las fotos”, en palabras de Edgardo Garro.
Las fotos, que completan esta nota, muestra a los bomberos en pleno trabajo y hasta incluso posando para la cámara. Detrás se ven distintos ángulos de lo que fue el choque entre el tren y el helicóptero. Se aprecia el daño en el fuselaje de la aeronave, a la altura de la turbina, y hasta se aprecian las manchas de combustible o algún fluido del Bell sobre la vía. Otra toma muestra el aparejo dispuesto en la unidad de rescate para elevar el helicóptero para montarlo sobre vigas de metal transversales. Estas nuevas fotos ayudan a dimensionar la tarea que se requirió, qué significó para los vecinos de la zona y la tragedia aérea que se evitó. “Trabajamos desde que nos avisaron, a eso de las 20, hasta las 3 de la mañana. Había que trabajar, hasta que no se terminara no se podía dejar. Hacía mucho frío, pero se trabajó hasta la madrugada. Ante un accidente aéreo uno espera lo peor, pero esto fue algo asombroso. Nunca imaginamos que podía ocurrir algo así, tuvimos todo tipo de accidentes ferroviarios, pero que atropelle un helicóptero, uno solo”, finalizó Garro.
Leandro Fernández Vivas
Periodista
Técnico Universitario en Periodismo.
Director Periodístico en Castelar Digital.
Socio Fundador de Ocho Ojos.