El sistema educativo argentino prevé la obligatoriedad de 13 años de escolaridad formal, desde los 5 años del alumno hasta los 18, desde el preescolar hasta el colegio secundario. El objetivo es formar ciudadanos, prepararlos para el mundo laboral y que cuenten con los conocimientos y capacidades necesarias para afrontar estudios universitarios o terciarios. Aquellos que continúen estudiando se encontrarán ante el desafío de elegir una carrera, una actividad que puede ser la que desempeñen toda su vida. Además, deberán superar el brusco cambio entre la educación guiada a la libertad y auto ordenamiento de la educación superior.

El Instituto General San Martín (IGSM) destaca por el acompañamiento académico que brinda a sus estudiantes. Con más de 70 años de historia, es una de las instituciones educativas más reconocidas de Ituzaingó (Ver: Instituto General San Martín: Legado, compromiso y más de 70 años de historia). Sus alumnos al terminar el secundario también dan aquel pequeño paso hacia la universidad, que puede ser un gran salto en sus vidas.

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Para evitar la sorpresa, la incertidumbre y el desánimo que puede generar el cambio entre el sistema de la escuela al de la universidad, el IGSM cuenta con acuerdos especiales para que la transición sea con conocimientos. El principal es con la Universidad de Morón. “Cuando se habla de articulación entre niveles siempre se piensa en articulaciones del Inicial con la Primaria y de la Primaria con el Secundario. Pero los acuerdos con las universidades nos permite también articular el secundario con los estudios superiores” explicó a Castelar Digital la Licenciada Gabriela Cristina Gallegos, Directora de la escuela secundaria del IGSM.

Gallegos ingresó como docente de inicial y primaria en el colegio de Ituzaingó en 1995. Luego realizó la Licenciatura en Ciencias de la Educación. En 2015 regresó al IGSM, para dirigir la secundaria, donde se jubiló en abril de 2020. Pero poco tiempo después regresó como directora suplente cuando la directora que la remplazó se tomó licencia. Conoce el IGSM y su función docente desde todas las perspectivas y es una férrea defensora de los trabajos que lleva adelante el Instituto junto con las universidades para que los alumnos sigan estudiando: “El convenio con la Universidad de Morón nos permite que los alumnos conozcan el ámbito que les da tanta incertidumbre. El desafío de crecer y tener que elegir una carrera, realmente se facilita”.

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El acuerdo con la Universidad de Morón nació hace varios años y no se interrumpió por la pandemia y el traspaso a la virtualidad de las actividades educativas. “Los alumnos participan de clases en la universidad. Ahora es todo virtual, pero en su momento generábamos presencialidad, íbamos a exposiciones de la UM, donde elegíamos la carrera que nos gustaría ver, del área contable, del laboratorio, de todas las actividades. Los alumnos se inscribían en las carreras posibles que iban a estudiar y entonces podían participar de clases en la universidad, durante dos meses y rendir examen. Las actividades no eran en la escuela, nos encontrábamos en la puerta de la UM y entrábamos a la universidad. Todo se hacía más allá de que eligiesen o no estudiar en la Universidad de Morón. El objetivo era que conociesen el funcionamiento en los estudios superiores”, señaló la directora.

Durante el 2020 se dió un suceso especial, un estudiante del IGSM cursó y rindió una materia en la UM, sacó 10 y fue becado para iniciar su carrera en la casa de altos estudios, “le fue excelente y esto lo acreditó para cursar toda la carrera de contador público becado el primer año”, destacó Gallegos.

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En 2018 el IGSM rubricó un acuerdo con la Universidad Católica de Salta (UCASAL) que le permite brindar carreras universitarias a distancia en sus propias aulas. Anteriormente el instituto también tenía acuerdos con la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) que contemplaba actividades similares a las actuales con la UM. También existen contactos con terciarios, profesorados e instituciones de arte para que cada estudiante siga su desarrollo académico después de finalizar la escuela secundaria: “El trabajo de vinculación comienza en quinto año con talleres de acercamiento a los estudios superiores. Talleres sobre qué es estudiar en la universidad, qué es tener un profesor universitario, qué significa empezar a elegir lo que voy a estudiar. Ya sexto año es poner el cuerpo en los proyectos de articulación con la universidad”.

“No puedo pensar en que mis alumnos van a terminar la secundaria y no van a ir a la universidad, todos los alumnos tienen que ir a estudiar. Cuando uno tiene estudios, tiene potencial para tomar decisiones propias a partir de lo que conoce, tener pensamiento crítico ante la realidad. Pueden elegir la profesión que seguramente el día de mañana les va a dar la apoyatura económica para poder tener una familia y su sustento. No puedo pensar que mis alumnos no van a ir a estudiar, no me da lo mismo, yo me ocupo, la institución se ocupa.  Más allá de que el alumno termine su tránsito por el IGSM, que siga estudiando. Nuestro objetivo es prepararlo para los estudios superiores, que se prepare para la educación superior”, completó la directora Gabriela Gallegos.

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