Energía, nutrientes, colores, sabores y perfumes. La comida es el eje de la existencia, necesaria pero no suficiente. Empero, existen distintas vías para conseguir los alimentos. La industria y los procesos productivos han favorecido la masividad, el alcance a la comida para mayor cantidad de población, pero no necesariamente de la mejor calidad. Otro circuito, paralelo a supermercados, propone comer diferente. Los almacenes de productos naturales, la comida orgánica y la cocina a conciencia han ganado terreno y en Castelar tiene sus representantes.

Castelar Digital lleva adelante una serie de informes especiales para conocer los comercios de la zona oeste que mejor representan a cada rubro. Comenzó en pleno verano con un repaso por las mejores heladerías de Castelar, Morón e Ituzaingó. Ahora es el turno de las dietéticas y almacenes naturales que desde pequeños pero muy bellos locales le hacen frente a cadenas de hipermercados y proponen otra forma del buen comer.


 Simple & Co (Rivadavia 20010, Castelar Sur)

Frente a la estación del lado sur en una cuadra netamente dedicada a la alimentación donde coexisten fiambrerías, fábricas de pastas, verdulerías y un supermercado, Simple & Co Castelar Sur propone seguir otras recetas y llevar un plato distinto a la mesa de casa. Además de los productos típicos de dietética y almacén natural, se especializan en comidas entre las que destacan las tartas, las empandas y las ensaladas. “Tenemos cosas saludables, productos a granel, arroces, legumbres, frutas secas, todo natural”, señaló ante la consulta de este medio Ariel Megarelli.

Ubicado en Rivadavia 20010 abrió sus puertas en mayo del 2019 y se abasteció de avena, nueces, almendras, mantequilla de maní, cereales y un montón más de productos que siempre se consiguen en los negocios de la franquicia. Ariel llegó a Castelar luego de buscar locales por distintas ciudades del oeste, pero también siguiendo una historia familiar que lo antecede por más de 30 años. “Soy de Ituzaingó pero me crié en Castelar porque acá vivía mi abuela. Mi abuela era enfermera, Coca la Enfermera. Andaba en bicicleta por todos lados, si no le podían pagar no le importaba, ayudaba y socorría a la gente de Castelar. Mucha gente mayor la recuerda por su generosidad. Tengo en el local un recorte de diario de una nota que le hicieron. Falleció hace 30 años, pero todavía vienen clientes que la recuerdan”, rememoró el vecino.

El surtido completo, la buena atención, y el recuerdo familiar, son el nexo directo con los clientes. Aunque las protagonistas indiscutidas son las tartitas, las que se aprecian directamente desde la vidriera y destacan por su sabor: “las comidas son nuestra firma, nuestro diferencial”, finalizó el vecino.


Semillas Vitales (Avellaneda 915, Castelar Norte)

A metros de la estación y sobre una principal arteria de tránsito, Semillas Vitales lleva 18 años brindando una alimentación distinta a los vecinos de Castelar. Ubicado en Avellaneda 915, nació con la impronta de Norma, su fundadora, quien quiso llevar adelante un negocio distinto, una dietética que no sea solo un comercio, sino que sirviera de punto de capacitación, de intercambio y de aprendizaje. “No podía ser que no hubiera una dietética que enseñe a preparar los alimentos, que no explique para qué sirven las legumbres o cómo armar un buen plato vegetariano”, explicó a Castelar Digital Roberto Izzo, quien junto con Verónica Zaramella, hija de Norma, llevan adelante el comercio. “La semilla fue el trabajo de muchos años de Norma, de Verónica, de sus amigas que siempre enseñaron cocina natural y saludable. Hoy por zoom lo siguen haciendo”, completó.

Con trayectoria y consejos, su fuerte es poder enseñar las mejores cualidades de cada alimento y recomendar su consumo según el efecto buscado. Todo cliente antes que el producto que busca se encuentra con un consejo, una enseñanza y, hasta incluso, otro producto al que estaba buscando, pero que responde directamente a su necesidad. Cada alimento, cada suplemento dietario o cada cereal influyen en la salud. La experiencia, la recomendación de nutrición y médica completa el servicio de Semillas Vitales: “La recomendación surge de la interacción con la nutricionista, con el taller de cocina, o consulta al médico naturista. No es nuestra idea la controversia con médicos pero se abre otra rama que empieza a trabajar sobre la salud de las personas en otro ángulo, con menos carne, más orientado a lo vegano, azúcar de caña en vez de azúcar blanca, harinas integrales en vez de procesadas”, explicaron.

A la oferta común de productos propios de la dietética, Semillas ofrece comidas saludables. “viandas, empanadas integrales, pizzas integrales, milanesas y hamburguesas con harinas o sin harinas. Todo es hecho con mucho detalle, muy bien hecho”, finalizaron. Desde 2003 Semillas Vitales ofrece otra forma de comer, otro tipo de productos, alimentos naturales que influyen en la calidad de vida y en la salud de los vecinos de Castelar.


Grandiet (Mitre 2460, Castelar Sur)

Cruzando hacia el lado sur de la ciudad y apenas a una cuadra de la estación, el vecino se puede encontrar con Grandiet. Graciela Estévez y su hija, María Ornella Florio trajeron a Castelar la franquicia de una de las cadenas de dietéticas más importantes del país. Impulsadas también por las ganas de brindar alimentos saludables, apostaron por esta marca y complementaron los productos de la franquicia con todo aquello que necesitan los habitantes de la ciudad. Siendo de los comercios más nuevos, abre sus puertas en Mitre 2460 desde diciembre del 2020.

“Se está llevando un estilo de vida más saludable por eso nos interesó. Tenemos productos no sólo de la marca Grandiet sino que traemos lo que nos piden los clientes y eso nos hace crecer cada día un poco más”, explicó ante este medio Ornella Florio.

Suplementos nutricionales y herbología es su fuerte, pero tiene productos que responden ante cada necesidad: “suplementos de sobrepeso, dolor muscular, calambres, vías urinarias… todo natural, poder enfrentar esas cosas desde otro lado, no desde los fármacos”.

La mayoría de los clientes se acercan por la difusión en redes sociales y además son centro de entrega de las compras que se realizan directamente en la web de Grandiet. Empero, ya se transformó en punto de consulta de muchos vecinos de Castelar Sur y de aquellos que caminan por Mitre para llegar a la estación del ferrocarril.

Aceites, cereales, spirulina y otros complementos son el ‘pan caliente’ del Grandiet de Castelar. “El aceite de coco, en comprimidos, en aceite para tomar o para hacer cremas hidratantes… tenemos de todo”, finalizó Florio.


Dietéticas Tomy (Carlos Casares 965, Castelar Norte)

Sobre Carlos Casares, casi frente a El Surco Loco, otra dietética se transformó en el punto de consulta de muchos vecinos del centro de la estación. Dietéticas Tomy tiene de todo pero destaca por su atención y amabilidad. Abrió sus puertas en 2017 con la impronta, empuje y fuerza de Germán Carballeda y supo consolidar la fidelidad de sus clientes. Pero Germán falleció en enero de este año y el negocio permaneció cerrado durante casi dos meses. Ahora, hace apenas una semana, reabrió sus puerta dirigido por Ignacio, el hijo de Germán, y su novia, Larisa Perez, quien tienen que gran desafío de seguir con el legado dejado por su fundador. “Germán hizo un buen trabajo, le puso su vida al negocio y nosotros queremos seguir con lo que él plantó. Tomamos la posta del negocio”, resumió Larisa.

El lema de la franquicia se cumple en el local del centro de Castelar: “el slogan de la cadena es ‘Precios mayoristas al alcance del consumidor‘ y es nuestra idea también, siempre es manejar los mejores precios”, confirmó la vecina.

Ubicado en Carlos Casares 965, ofrece frutos secos, aceite de coco y cosmética natural es lo más consultado, pero también hay cereales, legumbres y distintas semillas: “El local estuvo cerrado, pero cuando lo abrimos nos recibieron con los brazos abiertos. Fue un cambio de vida pero le damos para adelante”, finalizaron.


Eres lo que comes (Sarmiento 2902, Castelar Norte)

Con huerta propia y desarrollando un circuito comercial distinto, Eres lo que comes propone diferenciar comestibles de alimentos. Ofrece en sus góndolas verduras orgánicas, productos naturales y hasta carnes pastoriles, carnes con la mínima influencia de los procesos productivos tradicionales. “Eres lo que comes es alimentación consciente.  Una vez que consumís alimentos orgánicos te vas dando cuenta cómo reacciona tu cuerpo y cómo vos estás hecho para esos alimentos”, explicó a Castelar Digital Julian Ceruti.

Eres abrió sus puertas en 2012 con el claro objetivo de brindar otro tipo de productos que no se encuentran en los almacenes, verdulerías o carnicerías de la zona. “En Eres lo que comes pueden encontrar alimento consciente, pollo pastoril, fruta y verdura orgánica, harinas integrales, los lácteos de tambo biodinámico de La Chosa, de General Rodríguez, legumbres integrales, productos integrales desde el origen, como los tomates y la salsa de tomate”, completó.

Con una mirada distinta, natural, sobre la presencia del ser humano en contacto con su entorno y los insumos que necesita para su vida, el comercio de Sarmiento 2902 es uno de los únicos en la región que brinda carne vacuna orgánica: “la carne es de un productor, Don Eduardo, es carne orgánica certificada. El animal come orgánico, come pasto que no tiene ningún tipo de pesticida. El pollo es pastoril pero come cereales que pueden tener agrotóxicos. Los vacunos no, es todo orgánico, la carne entonces es más magra. Se trae por pedido y es una faena mensual, pero es distinta”, destacó Ceruti quien junto con otros vecinos llevan adelante una huerta a metros del local y ofrece semillas y consejos a todo aquel que lo requiera: “la huerta no es solo plantar tomate, lechuga, es mucho más amplio, es una toma de conciencia. Entender que estamos integrados a un ecosistema. El brote es un alimento vivo y activo, empezá por ahí. Nosotros proponemos eso, un brote, una semilla, van germinando en tu propia casa. No necesitás ni pasto porque el brote crece con agua. Te vas alimentando de una manera viva, activa y con nutrientes”, finalizó el vecino.


Desde cereales integrales a carnes pastoriles, desde suplementos dietarios a consejos que buscan mejorar la salud, los almacenes naturales se transformaron en centros de abastecimiento saludable para los vecinos de Castelar que eligen llevar a su mesa, a su hogar, alimentos distintos, de primera calidad. Es cuestión de consultar, probar y elegir el comercio amigo, o lo mejor de cada uno, para nutrir a la familia.