El día que una pesada locomotora diesel cayó en el túnel de Haedo
Por: Leandro Fernández Vivas.El túnel de Haedo, el paso bajo a nivel de Juan B Justo y Estrada que transita de un lado al otro de las vías del ferrocarril Sarmiento, es utilizado por miles de autos, camiones, motos y vecinos cada día. Un accidente allí impacta en el tránsito y el humor de toda la zona, sin pensar en los daños o víctimas que genere. Hace 35 años una serie de coincidencias evitó una tragedia cuando una locomotora diesel se soltó y cayó al túnel.
Con más de 50 toneladas de peso, la imponente General Motors GA-8 se utilizaba en las playas de maniobras de Haedo para armar las formaciones de trenes de carga que correrían con materiales de construcción, cereales o hacienda a destinos tan distintos como Temperley, Mataderos o La Pampa. En aquel momento Haedo era un punto muy importante en el entramado ferroviario y productivo del centro del país. El trabajo y movimiento de trenes era ininterrumpido. A las 5 de la mañana del 14 de marzo un fuerte sonido y un notorio temblor dejaron en silencio a todo el lugar. “Patinó, se ‘amañó’, se soltó y rompió el paragolpe. Después rompió una pared y cayó en el túnel”, explicó a Castelar Digital Adrián Romano, Secretario del Museo y Centro Cultural Ferroviario Raul Scalabrini Ortiz.
“Las playas de maniobras de Haedo eran muy importantes. Llegaban los trenes del interior, se los recepcionaba y se armaban trenes que salían para otro lado. Esta locomotora era una máquina de maniobras, se la usaba para mover vagones”, señaló Romano. A pesar de sus más de 50 toneladas de peso no era de las locomotoras más grandes y potentes utilizadas para correr los trenes de varios vagones a largas distancias.
“Vinieron 15 de estas locomotoras General Motors a funcionar en el Sarmiento en 1962. Nosotros tenemos una”, finalizó el vecino. El Museo y Centro Cultural Ferroviario Raul Scalabrini Ortiz se ubica a poco más de 300 metros del túnel de Haedo en donde operaba la Playa de Maniobras norte. Con el objetivo de resguardar la historia ferroviaria de la zona conserva coches de pasajeros, vagones de carga, locomotoras a vapor, diesel, guinches y más material rodante propio de los ferrocarriles del oeste. Incluso poseen una locomotora a vapor Robert Stephenson de 1906 que se transforma en figura cada vez que sale a pasear por la zona. Incluso muchos vecinos han viajado en ella cuando se sumó a los festejos por el cumpleaños de Haedo hace unos años.
A las 5 de la mañana del 14 de marzo la locomotora GA-8 número 5560 operada por Ferrocarriles Argentinos se soltó, perdió el control e impactó contra el paragolpe de sus vías. Por la velocidad y fuerza del impacto arrancó el sistema de seguridad golpeó la varando de cemento del túnel y cayó desde cuatro metros de altura. La hora fue una casualidad que minimizó el suceso, por el escaso tránsito durante la madrugada en la zona, en el momento del accidente no había ningún vehículo circulando por el túnel. La locomotora quedó en un ángulo de 45 grados, apoyada contra el lateral del túnel, con la cabina directamente sobre el asfalto de la calle Juan B. Justo, del lado norte del túnel.
Las fotos de la época muestran una multitud asomada por el túnel mirando el suceso que pareciera surrealista. Los bomberos fueron de los primeros en llegar aunque poco podían hacer para levantar la locomotora. Se cerró el lugar y se movió a los curiosos hasta una distancia segura. Las mismas fotos muestran la gigantesca grúa que se necesitó levantar a la diesel para volverla a los rieles. Al día de hoy aún está la huella de la reparación realizada sobre la pared lateral del túnel como recuerdo del insólito accidente.
No fue la única vez que una locomotora de este tipo fuera noticia. En diciembre de 2007 una GA-8 del mismo lote, hermana de la de Haedo, se soltó en Mendoza, recorrió más de 250 kilómetros sin maquinista y se la pudo frenar recién cuando corría por San Luis. Esa misma máquina forma parte de la colección del Museo y Centro Cultural Ferroviario Raul Scalabrini Ortiz y todavía funciona. Desde la institución, presidida por Julián de Falco, confirmaron que aún se la utiliza para maniobras.
Leandro Fernández Vivas
Periodista
Técnico Universitario en Periodismo.
Director Periodístico en Castelar Digital.
Socio Fundador de Ocho Ojos.