La primera pileta de Morón surgió de una usina eléctrica
Morón y toda la región era muy distinta a como se la ve hoy en día y quizás era más común refrescarse en un arroyo, alguna laguna, algún crecido charco o en algún más distante río que en una pileta. Empero, una depresión industrial en desuso, ubicada a metros del ferrocarril oeste se transformó en la primera del distrito.
Los lectores del conurbano, los habitantes de Morón y Castelar Digital se nutren del trabajo que lleva adelante el Instituto y Archivo Histórico de Morón. Dedicado a la conservación de la historia documentada de la zona, el Instituto difunde en sus redes, en su propia revista y su blog la información fundacional, curiosa y relevante del pasado común de las localidades del distrito. En su facebook se pueden encontrar breves relatos, fotos, mapas e historias que remiten a los sucesos que conforman la identidad compartida por toda la zona. Una de esas publicaciones recupera la génesis de la primera pileta de Morón.
Estuvo ubicada donde hoy está la Plaza de la Cultura, frente a la Universidad de Morón y debajo del edificio histórico de la Escuela Municipal de Danzas José Neglia y nació de las instalaciones de la Compañía Alemana Transatlántica de Electricidad que suministraba la energía eléctrica al pueblo. Si bien las noticias de época señalan que fue inaugurada en febrero de 1927, hay registros de que se comenzó a utilizar el 8 de diciembre de 1926. Así fue la publicación original de ‘Historia Morón’:
La “Pileta de Natación” estaba ubicada en los terrenos donde desde 1906 funcionaba la Usina eléctrica de Morón, que primero perteneció a la Compañía Alemana Transatlántica de Electricidad y luego a la Compañía Anglo Argentina de Electricidad, en las calles Cabildo, Rauch, Maestra Cueto y Salta. La Usina era un edificio de dos pisos y una gran sala de máquinas casi hasta la mitad de cuadra de esa manzana. En el terreno sobrante se construyeron dos piletas paralelas de unos veinte metros de largo por tres de ancho y metro y medio de profundidad. El agua era utilizada para el enfriamiento automático de los motores.
Cuando la usina se cerró, porque la luz ya venía desde Buenos Aires, las piletas quedaron, cercadas por postes y alambradas. El 11 de abril de 1926 se firmó el Contrato ad referéndum entre la Municipalidad y la Compañía de Luz sobre la donación de este terreno.
La Comisión de la Plaza de Ejercicios Físicos se hizo cargo también del funcionamiento de la pileta de natación, que se inauguró el 22 de febrero de 1927 en presencia de numerosa concurrencia que colmaba tanto el interior como el exterior de las instalaciones.
Parece ser que la pileta siguió a fines de los años '20 el mismo destino que la Plaza de Ejercicios Físicos: el abandono. Sin embargo en febrero de 1934 se reinauguró la Pileta, que llevaba ahora el nombre de “Ostende” y nuevamente el público acudió a disfrutar de este predio, vecinos de Morón, Ituzaingó, Haedo concurrían asiduamente.
El predio de la Pileta hoy
Las instituciones que hoy ocupan este predio se establecieron en la década de 1940. En 1948 la Municipalidad por Ordenanza 1065 cedió al Estado Provincial la propiedad de una parte de este terreno delimitado por las calles Cabildo, Maestra Cueto y Rauch, con frente sobre Cabildo y 30 metros de fondo para construir el edificio del Dispensario de Vías respiratorias “Dr. Germán Argerich”. Otra de las instituciones que se estableció en la manzana fue la escuela de Arte Nativo, creada en 1948, bajo la intendencia de César Albistur Villegas, funcionaba en Salta 58 (Castillo de Gil, o casa de las lechuzas). También en esa manzana se instaló en 1954, el cuartel de Bomberos. Estas instituciones fueron trasladadas a otras dependencias cuando en 2015 este espacio pasó a ser la Plaza de la Cultura.
Más historias y sucesos de Morón, Haedo, El Palomar, Villa Sarmiento y Castelar publicadas por el Instituto y Archivo Histórico de Morón y Castelar Digital se pueden leer siguiendo este ENLACE.