Hace 95 años la Base de Morón comenzó a llamarse Aeropuerto Rivadavia
Por: Leandro Fernández Vivas.El Aeródromo de Morón supo ser el primer Aeropuerto Internacional del País, incluso antes de que se habilitara el de Ezeiza. Fue también la VII Brigada Aérea de la Fuerza Aérea Argentina y el terreno donde se concretaron varias proezas y se alcanzaron records regionales. Pero su historia comenzó hace casi 100 años.
El Instituto y Archivo Histórico de Morón (Historia Morón) conserva la documentación que le dio inicio a ‘la base’, como la llaman los vecinos. El 5 de Febrero de 1926 se le dio el nombre que utilizó durante gran parte de su vida y que hoy sigue impreso en muchos de sus documentos oficiales. Hace 95 años nacía el Aeródromo Central Bernardino Rivadavia, según difundió el Instituto en sus redes:
El 29 de diciembre de 1925 el presidente Marcelo. T. de Alvear autorizó al servicio aeronáutico del Ejército a arrendar un terreno ubicado en el Partido de Morón, para construir allí un aeródromo para uso de la aviación civil de la Capital y sus alrededores. En enero de 1926 se tomó posesión del predio y el 5 de febrero de ese año se lo nombra Aeródromo Central Bernardino Rivadavia.
Paulatinamente se fueron estableciendo: el taller aeronáutico de Sfreddo y Paolini que se instaló en 1926 para reparar y fabricar aviones, y varios aeroclubes para la práctica deportiva de la aviación: Aero Club Argentino, Centro Universitario de Aviación, Aero Club Los Patos, Sociedad Argentina de Aeronavegación, entre otros.
En 1942 se dispuso destinar el aeródromo a los usos comerciales con el consecuente retiro de las instituciones deportivas.
En 1948 se inauguró el edificio central de la Terminal, pero sólo fue utilizado durante un año ya que en 1949 comenzó a funcionar el aeropuerto internacional de Ezeiza y el de Morón quedó desafectado a su uso de aeropuerto internacional previsto.
El 19 de junio de 1949 Morón fue declarado aeropuerto de empleo mixto para aeronaves civiles y militares.
El 9 de enero de 1951 cambió la denominación de “Aeropuerto Morón” por la de “Aeródromo Militar” convirtiéndose en sede de la VII Brigada Aérea dependiente del Comando Aéreo de Transporte hasta 1987, año en que fue trasladada.
Actualmente en este predio funcionan el Instituto Nacional de Aviación Civil y el Museo Nacional de Aeronáutica.
La Base de Morón es otro rincón histórico del oeste y desde allí parten diariamente los muchos aviones que surcan el cielo de Castelar. Los vecinos, quienes viven cerca de la base, tienen mil anécdotas vividas dentro o fuera del aeródromo y día a día se construyen nuevas historias, pasiones y vocaciones, gracias a las muchas escuelas de vuelo que desde allí operan. El piloto Carlos Lupiañez, presidente de la Sociedad Argentina de Aviación y titular de la escuela de vuelo Rufu que vuela desde Morón compartió una reflexión sobre el aniversario con Castelar Digital: “La importancia de un aeropuerto para una localidad es fundamental, ya que comunica a todas las industrias del lugar, trae mucho trabajo directo e indirecto, genera un flujo, un movimiento de personas que dinamiza la economía de la comunidad.
“Siempre el Aeropuerto fue importante, fue el primero Internacional, luego albergó a la Escuadrilla de defensa aérea de la Capital, ahí operaban los Gloster, luego fue la Base del INAC, Instituto Nacional de Aviación Civil, y en la actualidad el Polo más importante en la Formación de Pilotos del País, preparando a más del 70% de los Alumnos Pilotos de toda Argentina. Genera trabajo directo, a Mecánicos, personal de Plan de Vuelo, Torre, personal de Tierra, Instructores, etcétera, y mucho más trabajo indirecto, Restaurant, hoteles, taxis, quioscos, etcétera, por la gran cantidad de alumnos que ahí concurren, muchos de ellos extranjeros. Dios quiera que las Autoridades entiendan estas razones y apoyen la actividad y la Aviación por el desarrollo de la Aviación Civil Argentina”, finalizó el vecino.
Desde hace 95 años todo vecino del oeste escuchó o vió en su cielo un avión proveniente de Morón casi diariamente. Y los vecinos linderos a la base han convivido con su actividad, su historia y sus aviones.
Leandro Fernández Vivas
Periodista
Técnico Universitario en Periodismo.
Director Periodístico en Castelar Digital.
Socio Fundador de Ocho Ojos.