Conocé el legado de la Quinta Seré que aún se conserva en una vereda
Por: Leandro Fernández Vivas.En hilera, equidistantes entre sí, ocho árboles de olivo ven pasar el tiempo. Los días, meses y años son apenas una anécdota. La respuesta está en la calle, Montevideo era el límite este de la Quinta Seré.
Jean Seré fue inmigrante vascofrancés que llegó a la Argentina en 1862 con 32 años de edad. Primero dirigió un comercio dedicado a la comercialización de pinturas pero luego entendió que el negocio en la pujante república era el campo. Adquirió un campo en Lincoln, a poco más de 300 kilómetros desde Buenos Aires, y una parcela menor, pero no menos importante, al oeste de Morón. Se trató de 56 hectáreas linderas con el pueblo de Santa Rosa. Allí se estableció, construyó su quinta, se dedicó a la huerta y la cría de caballos.
La Quinta Seré comenzaba en el límite de las actuales calles Blas Parera y Santa María de Oro y se extendía hasta Montevideo. Justo allí, en esa esquina, se encuentra hoy su plantación de olivos. El vecino y Profesor de Historia, Marcelo Urriza, narró en varias oportunidades a Castelar Digital parte de la historia de la Quinta Seré y de la que luego fue la Mansión Seré: “Jean Seré vino en 1862 y empezó a hacer negocios. Tuvo una pinturería, después la vende y compra 15000 hectáreas en el partido de Lincoln, compró barato porque era la frontera con el malón, nadie quería comprar por ahí. Empieza con trabajos de campo. Y Jean Seré, esto es algo que muchos no saben, es el primero que empezó a fabricar bolsas de arpillera y con eso hizo mucha plata. Eran para embolsar el trigo, se las sacaban de las manos. Amasó así una buena fortuna. En 1868 compró las 56 hectáreas de la Quinta Seré, se dedicó a los caballos y quinta, con árboles frutales y hortalizas. Cuando muere, heredan los hijos, una de las hijas, Leocadia Seré manda a construir el palacete francés, en principios del Siglo XX, lo diseña su hermano que era arquitecto, fue la Mansión Seré”, según contó el especialista en otra nota a mediados de 2020.
El profesor Urriza fue la fuente consultada por este medio para conocer la historia de la Quinta Seré, de la plaza en el centro de Castelar que nunca se construyó, del Barrio Parque Castelar, y participó de un #CASTELARenVivo en el que explicó por qué en algunos sectores de la Avenida Sarmiento aún subsiste una laguna.
A mediados del Siglo XX se loteó gran parte de los que fue la Quinta y luego Mansión Seré dando inicio al barrio que hoy lleva su nombre. Similar fue la génesis del barrio Parque Ayerza o el Parque Sayago que responden también a los apellidos de los dueños de las quintas originarias, aquellos terrenos de gran extensión anteriores a la llegada del barrio, el pueblo y la ciudad de Castelar.
Los olivos de la Calle Montevideo continúan sanos a pesar de haber sido plantados a fines del Siglo XIX. Son un documento histórico vivo que se puede consultar y conocer con solo salir a caminar por el barrio bajo el sol de la tarde. Los vecinos cuentan también que aún hoy, a casi 150 años de haber dejado de ser brotes, siguen ofreciendo sus frutos y más de una mano gentil, en abril, cosecha las olivas para luego del necesario tratamiento con salmuera, tener aceitunas silvestres, plantadas, criadas y cosechadas con la impronta de la historia de Castelar.
Leandro Fernández Vivas
Periodista
Técnico Universitario en Periodismo.
Director Periodístico en Castelar Digital.
Socio Fundador de Ocho Ojos.