Éramos felices con mi familia, todo bastante tranquilo. Mi esposa, Mari y mi hijo DC (abreviación de su nombre) Ah! y claro me faltó el más importante YO, Hit, ya lo sé un nombre raro, pero eso no es importante.

Como dije todo era normal, hasta que un día estábamos viendo la televisión:

-Mami esto es aburrido, cambia porfis- había dicho DC
-Lo siento hijo,  pero mamá y papá están viendo la tele- dijo Mari mientras le cortaba las uñas al chico
De repente, empezaron a tocar la puerta. Del susto, Mari casi le corta el dedo a mi hijo
-¡¿Quién es?!- grité pero nadie respondió...
Los canales de la tele se empezaron a cambiar solos, las luces titilaban mientras que la puerta se abría lentamente.
-¡Qué está pasando papi!- gritó muy asustado DC
-¡No lo sé!- dije yo
Hasta que se abrió la puerta....
-Correo- dijo el cartero que vino por la puerta
-Que solo era correo-dijo Mari
-Sí, señora no hacía falta hacer tanto escándalo-
-Pero las luces parpadeaban-
-Fácil señora, usted no ha pagado la luz-
-Oh!!! Qué alivio -. Dijeron todos pero todavía quedaba una duda.
-¿Y entonces quién cambio los canales?- dije yo
De repente el cartero desapareció y no sabemos quién cambió el canal hasta ahora.
Desde ese día nada volvió a ser igual....

Por Thiago Uriel Falappa (11 años), integrante del taller literario para niños de Analía Bustamante

Ilustración: Kevin McElheran