El viento mueve las cañas que sacuden sus finas hojas bajo el sol del mediodía. La primavera se hace presente en las miles de flores que limitan con la vía que une Haedo con Caseros. Sofía, Leonela y Nahuel esperan sentados sobre el puente que sobrevuela el Arroyo Céspedes. Cubreboca reglamentario y remeras con el nombre de su ONG, la que defienden desde hace años y que tiene un objetivo a futuro que beneficiará a todos sus vecinos y a los hijos, nietos y más de todo el barrio.

Isla Verde es el nombre que le dieron a la porción natural que complementa, más allá de la pista, a la I Brigada Aérea de El Palomar. Es un sector delineado por arroyos, cañaverales, bosques de tala y pastizal pampeano. La mayoría del sector es un humedal que salva de inundaciones al barrio y le brinda oxígeno a todo el oeste. Su nombre surgió cuando observaron la futura reserva desde el aire: En el mar de cemento que es el Conurbano se la ve como una isla verde.

La ONG Isla Verde es una asociación civil ambientalista que reúne a vecinos de El Palomar, Haedo, y las localidades aledañas convocados por entender la importancia de preservar un espacio verde. La asociación cumplió el 20 de octubre siete años de historia pero el reclamo y los proyectos de preservación datan de algunos años antes. Ahora, una propuesta del Municipio de Morón podría preservar 60 hectáreas aunque el proyecto vecinal demarcaba más de 200. Puede ser un primer paso para consolidar la Isla Verde y sería la segunda reserva natural urbana de Morón.

“La reserva comprende tres arroyos, un bosque de talar de rivera y un pastizal pampeano húmedo, que funciona de esponja para prevenir las inundaciones de nuestro barrio y como generador de oxígeno. Es el que respiramos todos los vecinos de Morón, Hurlingham y todos los barrios que los rodean porque hay muy pocos espacios verdes”, explicó a Castelar Digital, Sofía, vecina de El Palomar y miembro de Isla Verde. “La organización viene trabajando desde hace casi ocho años en el proyecto de declaración de reserva por ley, para que se puedan proteger estos terrenos, y que se pueda abrir al público para que todos podamos  disfrutar este espacio y proteger su biodiversidad y sus funciones ecosistémicas”.

El proyecto de reserva (que se puede consultar en este LINK) cuenta con un relevamiento de especies en las que se encuentran desde lagarto overo y comadrejas overas a cisnes coscoroba, gavilán mixto y fueguero común, pasando por Martín pescador, patos barcinos, rana criolla, entre otros animales. También la flora es propia de la zona pero de aquellas especies que han desaparecido de los barrios o fueron desplazadas por exóticas, como ser brizas, malvaviscos, fumo blanco, orquídeas, salvia guaranítica, cortaderas y verbenas, entre muchas otras.

“Queremos que se entienda que preservar 200 hectáreas no es lo mismo que preservar diez. No estamos hablando de una torta que se puede cortar en porciones, este espacio preserva más de 200 especies registradas de flora y fauna. Hay una infinidad de variedad y cantidad de animales, insectos, plantas, microorganismos, y todos son esenciales en la cadena de la naturaleza”, señaló Leonela, otra representante de Isla Verde que se encontró con este medio a la vera del arroyo Céspedes. “Cada especie tiene su rol esencial que no puede ser remplazado. Tenemos murciélagos, quiere decir que tenemos plantas asociadas al murciélago que va a venir a polinizarlas durante la noche. Si no tenemos las plantas, no tenemos murciélagos, el equilibrio se termina. No podemos proteger diez metros de tierra y esperar que allí esté toda la variedad que hay en 200. No deberíamos pelear por defender solo los arroyos y los márgenes, cada elemento es fundamental para los arroyos, los animales que bajan a comer en el arroyo, cada elemento es esencial”, completó.

Así como ocurrió con la Reserva Natural Urbana de Castelar Sur, ubicada en 14 hectáreas de la Base Aérea de Morón, los espacios verdes se transforman en un punto de reunión y esparcimiento para los vecinos y también promueven distintos emprendimientos comerciales, propuestas laborales, educativas y de desarrollo zonal. “Proponemos un proyecto de conservación y de aprovechamiento sustentable. No estamos planteando que no se haga nada, sino que se desarrolle un polo educativo, científico, un polo de trabajo para muchísimas personas. Una reserva ecológica, con todo el material educativo, social y cultural que puede abarcar, es un polo de trabajo para muchísima gente”, explicó Nahuel, otro representante de la Asociación Civil Isla Verde y completó, “seguimos sosteniendo este proyecto de reserva, según reuniones que hemos tenido con representantes del municipio y de diversos ministerios, estaría avanzando que se declare como reserva natural de la defensa. Pero hasta que no esté declarado por ley como reserva, y realmente haya guardaparque protegiendo el sitio, no vamos a parar. Vamos por las 200 hectáreas”.

Primer paso

La propuesta municipal estipula la protección de 60 hectáreas en el sector lindante al arroyo Morón y alcanzaría al arroyo Corbalán, se trata del área ubicada hacia el sur, contigua al Club Aeromodelista Combatientes de Malvinas. Actualmente, todo el predio en el que se asienta la I Brigada Aérea pertenece al ámbito del Ministerio de Defensa de La Nación y administrados por la Agencia de Administración de Bienes del Estado. A mediados del mes de junio el Intendente de Morón, Lucas Ghi, realizó una reunión por videoconferencia con el vicepresidente de la Agencia de Administración de Bienes del Estado, Juan Debandi, en la que se planificó una agenda común que incluye el proyecto de la Reserva Natural Urbana Isla Verde en El Palomar, según se comunicó desde el área de prensa municipal. En septiembre, Ghi se reunió de la misma manera con los representantes de la Asociación Civil Isla Verde: “es importante proteger más de 200 hectáreas, relevamos incluso los alrededores. Pero en este momento es un gran paso proteger de base 60 hectáreas comprendiendo los tres arroyos, que es la vida de la Isla, que es donde está la mayor biodiversidad”, señaló Sofía.

A siete años del nacimiento de la Asociación Civil Isla Verde, los vecinos de Morón están prontos a contar con una nueva Reserva Natural Urbana en El Palomar que además de ser un espacio de preservación de la vida animal y vegetal típica de la zona, será un punto de encuentro, esparcimiento y aprendizaje para todos los habitantes de la zona oeste.