Desde el comienzo de la invasión del COVID-19 y la consecuente cuarentena, he pasado más tiempo leyendo no-ficción y, principalmente autoayuda del que me siento cómodo de admitir. El primer libro que abordé fue La Guerra Del Arte: Rompe Las Barreras y Vence Tus Batallas Creativas Internas (The War of Art: Break Through the Blocks and Win Your Inner Creative Battles) de Steven Pressfield al cual llegué por medio de recomendaciones de podcasts anglosajones, otro vicio que trajo consigo el encierro.

La tesis del libro resumida en una oración sería: quien más trabas, resistencia y excusas genera para que no alcancemos, siquiera comencemos, los diferentes proyectos creativos es uno mismo.  A lo largo del libro (168 páginas) en tres partes diferenciadas por subtítulos, el autor desenmascara al enemigo de la creatividad y el trabajo, expone estrategias para combatirlo y nos muestra el Edén en el que se convertiría la vida si se lograra vencer a la resistencia.

Si alguna vez te imaginaste como sería tu vida si encontraras la fuerza de voluntad necesaria para empezar tu investigación, tu guion; para aprender un instrumento, cantar; para ejercitarte regularmente y un largo etcétera, La Guerra del Arte podría interesarte y, tal vez, darte el empujoncito necesario. Siempre y cuando se lo lea con cierta distancia crítica.

Como todo libro perteneciente al género de autoayuda tiene un grave problema: con leer un resumen, mirar un video-resumen, o en este caso una reseña, uno sabe todo lo necesario sobre el libro, los puntos más importantes y la finalidad del mismo. Leerlo de tapa a tapa no tiene mucho sentido, lo dice quien lo hizo y acabó preguntándose si leer sobre procrastinación es una forma de procrastinar, lo mismo, tal vez, escribir sobre procastinación; son preguntas que prefiero ignorar a fin de descansar mejor por las noches.


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