Jorge Salinas: "La naturaleza es la educación no formal"
Músico por pasión y profesión, Jorge Salinas, lleva años recorriendo escenarios y tocando, tanto para su público de Castelar como para aquellos que siguen su estilo y canciones. En 2010 lanzó su primer disco solista y está en plena faena del segundo. Pero su vocación nació hace muchos años atrás, en su niñez, su adolescencia y mientras ampliaba su mundo: “El primer contacto fue en mi casa con discos de vinilo. Mi viejo trabajaba por la zona y hacía de DJ en el Club Argentino. Aunque la mayoría de los discos eran del club, cuando él trabajaba, también había muchos que él se compraba por su cuenta. No era muy grande la discográfica pero había algunos puntuales como ‘El lado oscuro de la luna’, de Pink Floyd; ‘Vinicius de Moraes en La Fusa’; estaba el disco clásico de Mercedes Sosa, había pocos. Ahí empezamos a construir el vínculo con la música”, destacó Salinas consultado por Castelar Digital.
Después tocó el turno del barrio y los amigos. Uno de sus cómplices de travesuras se compró una guitarra y allí nació su relación con los acordes y los tiempos. “A los 13 un amigo se compró una guitarra eléctrica, además de enseñarme a andar en bicicleta me enseñó la guitarra. Después, con el fin de la secundaria, vino el casette y después el cd, y ahora el soporte digital. En ese traspaso tecnológico fui escuchando diferentes cosas”, rememoró el músico.
La adolescencia la marcó el rock y el blues, desde Pappo y Los Ratones Paranoicos, pero también hubo espacio para Spinetta, Los Rolling Stones, The Beatles y Durazno de Gala. “Al no tener una raíz fuerte hubo que ir a investigar, ir a Parque Rivadavia a comprar discos. Después algo más cercano, los Castelar Rock en la Plaza de los Españoles. Yo tenía 14 años mirando a los tipos de 25 años, era rock barrial del año 91, comprábamos casettes. Demente Caracol fue una de las bandas que fuimos a ver bastante, paralelamente estaba el estudio de la guitarra, la música, todo el trabajo más técnico digamos”.
El estudio formal llegó de la mano de vecinos, amigos y recomendados. Primero fue Eduardo Fazio con quien estudió año y medio. Después fue el turno de Goyi Alzaibar, que le enseñó guitarra durante dos años y después fue el turno de Miguel Botafogo. Ya dominando la guitarra y por recomendación de su último mentor, se volcó al jazz clásico con Ricardo Pellican de El Palomar quien es primo de Javier Malosetti. “Una familia de músicos, te enseñaban cuestiones artísticas más que afinación”, aclaró. Luego, como punto final, ingresó al Conservatorio de Música de Morón “Alberto Ginastera” e intercaló con la Escuela de Música Popular de Avellaneda.
“Después de esa etapa de blues y Spinetta, a los 17 años empiezo a componer que es algo que hago hasta hoy. Mismo mientras iba al conservatorio seguía teniendo mis grupos y seguíamos tocando música digamos urbana. Ahí armamos el grupo Jacarandá (1998), con canciones mías, con músicos de la zona: Andrés Arnu, bajista y mentor hoy de Ensamble del Sol, Mariano García, que es el guitarrista y cantante de Cymbaline, Fede Bujan, que se dedica a investigar en arte y educación. Nos gustaba mucho Pink Floyd, con esa banda no editamos nada. Después, en el 2000, con mismo bajista y el baterista Diego Longo armamos Savia. Grabamos el disco ‘Y después el cielo’ que tiene nueve temas como registro. Tocamos por acá, en Pehuajó, en Capital. Después, otro grupo que se llamo Halo, junto a Marcos Dominguez en batería y Gustavo Dominguez en Bajo, nos juntamos e hicimos un disquito de cuatro temas llamado ‘Todo descansa’. Para ese momento yo estaba terminando el conservatorio y terminé con la banda. Desde ahí dije ‘voy a ser solista’”, relató para este medio.
En 2007 comienza su carrera solista que lo llevó a tocar en el circuito clásico del oeste, en la Ciudad de Buenos Aires y hasta en países limítrofes como Brasil. “Para el primer disco me encontré con una pila de canciones que compuse para los grupos y otras que no las tocábamos. Con mi amigo Juan Graña, cantante de Shambala, que tenía experiencia en producir grupos, hicimos un demo de tres temas y quedaron bien. Entonces hicimos 20 temas en total y de ahí armamos el álbum de 13 temas. El trabajo solista fue nuevo, tuve que convocar músicos específicamente para lo que estaba buscando”, recordó. El álbum vio la luz en 2010 bajo el nombre de “Nuevo Lago”.
Sus melodías y la letra de las canciones remiten a distintos paisajes y viajes. Según el artista, es la naturaleza la encargada de inspirarlo. “Algunos viajes al sur, conocer algunos lugares, movimientos por generación muchas veces. Fue el sur como ahora es el norte, también es Chile. En el sur cuando vi las montañas y los ríos dije ‘esto es alucinante’. Ahora veo ríos entubados, desechos en los ríos, entonces hay razones suficientes para cantarle a esos ríos que vi. La Naturaleza es la educación no formal. Viajar es lo que te va dando para componer”, resumió.
Dentro de su disco debut se esconde una canción, que según explicó a Castelar Digital, nació a partir de una revelación en un sueño y los condimentos de un viaje. “Un sueño: estaba en un micro viajando a Brasil y aparecen dos amigas compañeras de trabajo de la escuela, donde daba clases de música a niños, y una de ella me dice ‘cuidado con los camalotes’. Al siguiente año voy a estudiar a Brasil música clásica y me encuentro con esos camalotes, en un lugar rarísimo. Además justo leía un cuento de Borges sobre los camalotes. Entonces hubo varias situaciones personales que me ayudaron a despertar, a ver cosas que estaban pasando más allá. El tema se llama ‘Y asi esta canción se dio’ y cuenta un poco esto. Ahí me empecé a relacionar un poco mas con mi madre, con un reconocimiento más familiar, esta canción refleja lo que estaba sintiendo en ese momento”.
A la par de la música Jorge repartió su crecimiento con distintas instituciones de Castelar, pero fueron el colegio y el club las más importantes. Toda su escolaridad la hizo en el Colegio Inmaculada, mientras sus ratos libres los ocupó en el Club Argentino entre natación y fútbol.
La Fm En Tránsito forma parte de sus lugares dentro de la ciudad. “Tengo relación con la radio, ya sea con la radio y con otros espacios, a las cuales uno esta más cerca o más lejos. Cada vez que tenés algo para mostrar te acercás. Me lo tomé como un compromiso, voy a ir cuando tengo algo para mostrar. A veces me han invitado y otras veces escribí para que me inviten. Muchas veces voy a tocar en donde me invitan”.
Tras recitales, presentaciones y muestras, Salinas prepara su segundo disco solista. “Estamos en plena grabación en el mismo estudio de ‘Nuevo Lago’ (estudio Monstruoverde de San Antonio de Padua). Hay músicos invitados, en algunos se trabajó desde la amistad y otros desde el profesionalismo, mayormente con músicos del oeste”, señaló Salinas. El nuevo disco del músico de Castelar cuenta con la participación de Santiago Capligione, Juan Tesone, Pipo Nazaro, Juan Graña, Roma Roldan, Carolina Tapia, Cecilia Tedeschi, Ana Pribluda, Jerónimo Peña, Facundo Cantero, Santiago Belgrano, el dúo Betelu/Cravenna, Johana Riveros Salinas y Alejandro Antonio, entre otros.
“El disco trae todo lo que hiciste y cosas nuevas se abren. Quiero tocar por acá, en Córdoba, Uruguay, viajar al sur para llevar el disco”, destacó como proyectos a futuro mientras levanta la vista como si pudiera verse ya sobre los distintos escenarios que esperan. “Hay algunos fantasmas que ya no están entonces el disco se hace de manera independiente, eso es la libertad artística. Hay parámetros que no existen, hay filtros pero lo que está adentro de la obra es lo que nosotros podemos dar, eso me parece importante, con los que estuvimos trabajando aunque sea un proyecto solista. Conozco muchos artistas que están dejando de hacer arte que podrían estar haciendo por distintas situaciones, el poder estar haciéndolo es una misión, un mandato. El disco como paso que va a estar presente en la historia, hay un aire de continuidad y de necesidad interna, es parte de un montón de cosas”, finalizó Jorge Salinas.
Escuchá su disco "Nuevo Lago" en http://jorgesalinas.bandcamp.com/
Entrevista: Gabriel Colonna
Redacción: Leandro Fernandez Vivas
Fotos: Dani Roldan y Gabriel Colonna