Tras el temporal Castelar resurge en arte
Eran las 8 de la noche del miércoles previo a la Semana Santa cuando el viento alcanzó en la ciudad de Castelar más de 150 kilómetros por hora. Los resultados de la tormenta fueron inevitables y evidentes: innumerables árboles y postes caídos, cables cortados y chapas que tras desprenderse de techos y tinglados volaron lejos de su habitual domicilio.
Si bien, localidades vecinas como Ituzaingó o Merlo, sufrieron aun más el ataque climático, en Castelar algunos episodios mostraron la violencia de la tormenta: el Club Argentino presentó daños en toda su estructura, la arboleda de la plaza Cumelen, en la zona norte, y plaza Belgrano, en el sur, no volverá a ser la misma. A 14 días aun quedan hogares donde no se pudo restablecer el suministro eléctrico o telefónico y los vestigios del temporal se ven en cada esquina.
A pesar de todo ello Castelar se volcó al arte para retomar sus actividades y mostrar cómo se puede reiniciar una ciudad después de tan fuertes tormentas.
Con anuncios previos únicamente por las redes sociales y de en boca en boca, el Bar Tarzan se transformó el sábado 14 por la noche en el escenario elegido por la banda “Ella es tan cargosa” para proyectar sus canciones. Cumpliendo con una fecha que se transformó ya en un clásico, La Cargosa volvió a tocar en Castelar, en el bar más personal de la ciudad.
A días de haber tocado en el Quilmes Rock, la banda de los hermanos Manigot, tocó una veintena de canciones a sólo un metro del público, a la misma altura y sólo separados por las mesas del bar. Se escucharon canciones de su último disco “11”, y otras que acompañan a la banda desde hace 12 años. Así sonaron A Trasluz, Refugio, Fui, Botella al Mar, Carmen, No Lejos, entre otras.
“Ella es tan cargosa” anunció además varias fechas que, de concretarse las propuestas, llevarían a la banda de Castelar a presentarse en Paraguay y Colombia y a cerrar el año en el teatro Opera de la Ciudad de Buenos Aires.
El domingo la movida cultural volvió a sorprendernos esta vez de la mano de “Umbra et Imago” y su muestra basada en el Reciclado como concepto. El lugar elegido para la muestra fue Domus, lugar que tuvo que ser urgentemente acondicionado por los propios artistas - tras la inclemencia del temporal - para poder llevar adelante el evento programado. Allí decenas de vecinos se encontraron para ver una propuesta artística multidisciplinaría. La misma contó con una exposición fotográfica por parte de Majo Echarri y Marcelo Coto junto con instalaciones de Elisabeth Manes Rossi, los tres, integrantes e idearios de “Umbra et Imago”. Los actores Yexalen Aquino y Nazareno Chavez realizaron a su vez una obra teatral cuyos diálogos se basaron en fragmentos de canciones conocidas. Así mismo Yexalen y Nazareno lucieron toda la jornada indumentaria a cargo de Reciclate!, quienes estuvieron presentes en Domus con su tradicional muestra y venta de indumentaria. La música no podía estar ausente en la jornada y hubo covers de temas musicales por parte de María Victoria Mannes Rossi y Federico Pereyra.
Entre las curiosidades del evento llamó la atención una instalación donde el publico pasó de espectador a protagonista, algo habitual en todas las muestras que "Umbra et Imago" viene realizando. Se trató de una obra en madera con un especial trabajo de calado sobre la cual habían pinchado bombitas de pintura. El publico debía interactuar con la obra mediante dardos tratando de acertar en las bombitas y coloreando así la obra mediante la pintura que iba encontrando su camino entre el calado realizado. Grandes y chicos se entusiasmaron con la propuesta y dejaron su huella mediante destreza y creatividad.
Elisabeth, quien estuvo a cargo de las instalaciones, también intervino reciclando con stencils las remeras y prendas de aquellos participantes que se animaron. Castelar Digital no pudo dejar pasar la oportunidad y volvió, como muchos otros invitados, con su remera intervenida.
El cierre del evento estuvo a cargo de Juan Pablo Nigrele, Pablo Aybar y Sergio Aybar quienes a ritmo de percusión y guitarra improvisaron varios temas reciclando material de trabajos anteriores. Todo esto en simultaneo con proyecciones audiovisuales que Christian Ruiz y Andres Madero eligieron para dicho cierre.
Nuestra ciudad demostró una vez más que sólo unidos podemos salir delante de situaciones difíciles y que la cultura es un poderoso motor capaz de intervenir y reciclar los sentimientos de tristeza y desazón convirtiéndolos en alegría, gozo y disfrute.
Redacción: Leandro Fernandez Vivas / Gabriel Colonna
Fotos: Gabriel Colonna