Nacido y criado en Padua, reconoce que siempre miró con buenos ojos a Castelar, donde finalmente terminó viviendo. Pablo Galbusera primero estudió odontología, pero a la par desarrolló su pasión por la música, la que lo llevó a trabajar en radio, cine y publicidad. Hoy quiere lanzar su propio disco, encontrar su estilo y seguir divirtiéndose en La bien Levantada y con el grupo Cien Códigos.

“Profesionalmente crecí muchísimo en Castelar. Agarré muchísimos laburos, de diversos tipo. Todos los de Padua, Merlo, Ituzaingó salíamos por Castelar. Eso me motivó a mudarme a acá, siempre me gustó, me sentía cómodo. Lo conocía también de chico, cuando venía a competir con futbol al Club Argentino”, comienza relatando el músico ante la consulta de Castelar Digital.

Sus primeros pasos en el pentagrama fueron azarosos, tras el secundario comenzó la carrera de odontología pero a la par empezó a jugar con algunos acordes. El progreso en la música no se reflejaba en su carrera universitaria por lo que se volcó completamente al arte y eso le sirvió para comprender que esa era su verdadera vocación: “me hice un caminito, dejé odontología, y estudie músico profesional, arreglos y composición. Además tocaba en varias bandas”.

Ya en esta ciudad ingreso en la banda de  la cantante Coty Manigot con quién se presentó sobre varios escenarios, acompañando también a Ella Es Tan Cargosa, la banda formada por los hermanos de Coty. Paralelamente tocó con Charly de Hoz en diversos proyectos y hoy en día integra la banda Cien Códigos. Fue con coty manigot,  la cantante de Castelar, con quien  compuso la primer cortina musical del programa de radio de Beto Casella, Bien Levantados: “yo le daba clases al hijo de Beto, y un día surgió la posibilidad de componerle un tema para el programa de su papa.

Esa primera producción, en 2010, no fue bien recibida por los oyentes o por lo menos no tanto como la del 2011, cortina que co – compuso con el hijo de Beto, Franco Casella y Charly de Hoz, que llegó a interpretar en vivo durante los festejos por el Día de la Patria en el Obelisco porteño. Este vínculo con el periodista lo llevó por otros rumbos musicales: “Le di clases al hijo y empezamos una amistad. Después Beto tomó algunas clases de piano. Le gusta mucho la grabación; le enseñé y configuré la compu para grabar. Se compró un piano, una guitarra. Empezó a trabajar con Gastón Recondo que toca la guitarra también”. Luego se sumó Rodolfo Somsó, más conocido como Alacrán. También una cantante, Nadia Robledo quién había participado en operación triunfo y convocaron a Pablo para que guiara la banda. “Necesitaban músicos profesionales para explotar al máximo lo que saben tocar. Así que sumé a músicos del grupo Cien Códigos”. La Bien Levantada, con sus ahora ocho integrantes, se presentó por primera vez en el boliche Pinar de Rocha y ahora rota todos los fines de semana de escenario a escenario: Tocamos en Pinar de Rocha, en San justo, en Tigre, en El Bosque de Quilmes, en boliches muy grandes, viene gente a vernos. “a disfrutarlo mientras dure”. Es muy lindo. En cualquier momento tocamos en Castelar”.

Su facilidad para crear canciones y melodías le facilitó trabajar en publicidad creando jingles radiofónicos y televisivos. A través de una productora de eventos donde trabajaba en distintos shows se contactó con la firma Sólo Deportes, con quienes, tras varias producciones, firmó un contrato de exclusividad ya que sus creaciones forman parte de la identificación de la marca. Además, Solo Deportes lo llevó a conocer varias producciones de cine, mundo en el que también quiere incurrir con sus canciones: “hicieron unas clínicas de deportes y filmaron todo como si fuera una película y trabajé también ahí. Firmaron un convenio con Disney para promocionar la película Gigantes de Acero y también puso lo mío. Me gustaría laburar en cine, hay una posibilidad muy nueva de que musicalice una película…”, adelanta demostrando en su expresión las ganas de que se concrete esa posibilidad.

Junto con sus múltiples tareas, durante las noches de los fines de semana toca en un restaurant de Leloir, Parque Chico, donde musicaliza las cenas con blues, jazz, algo de los Beatles, composiciones propias e improvisaciones varias. Aún cuando demuestra humildad, confirma que de apenas 15 comensales en un comienzo, ahora llega a la centena. “no puedo decir que vienen a escucharme, pero mi música le da más valor a la cena misma”.

El presente está cargado de trabajo, pero su futuro se lo imagina con un proyecto propio e independiente. Con su impronta en las canciones: “el futuro lo planifico y lo escribo. Está bueno porque no te lo olvidas si lo escribís. Estoy tratando de escribir canciones que pueda interpretar yo. Es muy difícil tener un estilo propio; tu estilo no lo podes comprar, es algo que lo tenés que laburar… y eso es lo más difícil”.

“Mi proyecto es vivir tranquilo, no espero demasiadas cosas sino seguir creciendo. No quiero demasiadas cosas… quiero seguir tocando. Me gusta trabajar la música con imágenes, eso es un objetivo a largo plazo. Y siempre trabajar en proyectos que llenen el alma, es lo mejor que te puede pasar”, finalizó el músico.

Desde Castelar, su lugar en el mundo, seguirá llenado las radios con sus melodías y buscando el espacio y el estilo musical que lo identifiquen en el arte nacional.

Más información sobre Pablo Galbusera en www.pablogalbusera.com o en www.myspace.com/pablogalbusera


Entrevista: Gabriel E. Colonna
Redacción: Leandro Fernandez Vivas
Fotos: Gabriel E. Colonna