Nací en la ciudad de Córdoba, pero hace 34 años que vivo en Castelar. En mi ciudad natal estudie abogacía en la Universidad Nacional de Córdoba, luego de ello me case y he vivido en distintas ciudades argentinas y del exterior a raíz de la actividad de mi esposo. Soy mamá de cinco hijos.

Siempre tuve dos pasiones, mi familia y mi profesión la que por 36 años desarrolle como miembro del Poder Judicial, siendo juez de Familia durante mis últimos 11 años de carrera.

Hace aproximadamente 25 años tuve mi primer contacto con los pinceles, acrílicos y oleos,  elementos absolutamente ajenos en mi vida. Por ese entonces estaba buscando un espacio diferente, propio que me acerque a un mundo ligado a los colores, la creación, al arte  y fuera un oasis dentro de mi desarrollo personal siempre unido a la rigidez de la ley, el sufrimiento y los conflictos en los que a diario intervenía tratando de poder ayudar a que las partes pudieran  superar. Era un día a día  muy complejo, que logré contrarrestarlo con el arte. Pero no disponía de mucho tiempo, los chicos, el trabajo solo me dejaban libre las 3 horas semanales de clase.
En el taller El Encuentro de Castelar encontré aquello que buscaba y mucho más, la profesora Silvina Burgos, con mucha dedicación me enseño  las distintas técnicas y falsos acabados, ella fue mi nexo con la Pintura Decorativa.

En oportunidad de vivir dos años en Roma concurrí a la “Academia de Arte y Restauro Lignarius”, allí aprendí la técnica con la que los monjes bizantinos realizan los afamados Iconos.  Su método es milenario y los colores los logran mesclando pigmentos tierra con yema o clara de huevo. En una oportunidad la escuela fue contratada para realizar un mural en el hipódromo de trote de Roma, y allí estuve junto a mis compañeros recreando en esas paredes escenas de la cacería del zorro. Una experiencia inolvidable.
A esta altura debo confesar que no nací con el don de la pintura, cada logro ha sido fruto de mucho esfuerzo, dedicación y sobre todo perseverancia. Es por ello que valoro tanto lo que hoy soy.




Una vez liberada de mi trabajo decidí dedicar mi tiempo a esta pasión que me ha acompañado esperando el momento para desarrollarse, lo que comenzó como un hobbie, un cable a tierra hoy es un emprendimiento llamado PINCELETAZUL. Allí podrán encontrar el objeto de decoración para comprar o regalar, con la particularidad que son personalizados, con los colores y el diseño que cada cliente elije  porque “Pinceletazul pinta a tu gusto”.



Sigo aprendiendo con distintas profesoras, asistiendo a cursos y talleres en busca de poder transmitir la creatividad, los colores y el mundo de la pintura decorativa. Amo lo que hago, vuelco en cada pieza mi pasión y mi tiempo y cada objeto es único. Hoy después de todo este recorrido puedo decir que soy una Artista.

TRABAJOS PERSONALIZADOS A PEDIDO

En @Pinceletazul encontrarás varias propuestas personalizadas ya sea para regalarle a papá en su dia o a algún ser querido en alguna fecha especial. No dudes en consultarme.






Estos regalos fueron pedidos para el día del padre. Y fueron realizados conversando con el cliente porque cada pieza es única. Diseñamos con vos el regalo que queres. Pinceletazul pinta a tu gusto.







Gracias a todos los que ya compraron o regalaron el arte de Pinceleta Azul!