Chicos de Morón festejaron el día del niño en el aire
La Sociedad Argentina de Aviación y la Cámara Argentina de Escuelas de Vuelo celebraron el Día del Niño de una manera innovadora. Brindaron sin costo vuelos de bautismo para los más chicos del barrio. Se le llama habitualmente vuelo de bautismo a aquel primer paseo en avión, aquella primera experiencia de iniciación en la que el nuevo aleja sus pies del suelo y se entrega al cielo y las nubes. Para la ocasión se eligió el Aeródromo de Morón como escenario y punto de partida para estos emocionantes vuelos.
El Aeropuerto Rivadavia, tal el nombre original del campo de aviación y la denominación que utiliza la Administración Nacional de Aviación Civil para señalar al aeródromo que integra también la Base Aérea Militar Morón, y que fuera en otra época la VII Brigada Aérea, se colmó de chicos, padres y sonrisas desde la mañana del domingo. La lluvia del sábado amenazó con cancelar la jornada pero la meteorología, conocida de antemano por los aviadores, brindó un cielo propicio, frio, pero sin lluvias y con esponjosas nubes.
A las 8 de la mañana las naves elegidas estaban dispuestas sobre la plataforma de la terminal aérea del aeródromo. El mismo espacio que utilizan las escuelas de vuelo habitualmente, se transformó en la sala de espera para los más chicos. Aviones del estilo del Cessna 150, Tecnam Sierra y similares, junto a un turbohélice Cessna Caravan, fueron los elegidos para los bautismos.
“Empezamos tempranito, la idea es volar desde las 9 de la mañana hasta el mediodía. Esta es la cuarta vez que hacemos este festejo para el día del niño y estamos muy contentos”, explicó a Castelar Digital Carlos Lupianez, presidente de la Sociedad Argentina de Aviación y Director General de la escuela de vuelo Rufu.
“Volaron más de 50 chicos, siempre hacemos este evento con chicos de fundaciones y comedores que conocemos, que siempre nos piden este evento. Que nos conocen por tantos años de ponerle el pecho”, señaló y completó, “participan las escuelas de vuelo donando su tiempo, su dinero, el avión y todo. Es un gran aporte que hacen las escuelas de vuelo que estamos basados acá. Morón es el polo de formación de la aviación: el 80% de los pilotos de argentina los formamos acá, entonces este evento es devolverle a la sociedad todo lo que nos da con un gesto simbólico, sacar a los chicos a volar es una gran alegría”.
Los niños que participaron pudieron elegir entre volar en aviones pequeños con una sola plaza disponible, es decir, acompañando al piloto, o bien en el turbohélice con capacidad para 12 personas. Este último fue el avión elegido por los más chicos que pudieron ser acompañados por algún mayor, sus padres o hasta incluso algún bombero del cuartel de Bomberos Voluntarios de Morón quienes también se sumaron a los vuelos de bautismo.
Las escuelas que aportaron sus máquinas, pilotos, tiempo y combustible fueron Flight Center, Rufu, Delta Planes, Sky Flight, Lupetti Aviación, Aviaser, entre otras. Para poder realizar el evento con seguridad la ANAC liberó de otros aviones el cielo de Morón y el circuito utilizado por los aviones en los bautismo también fue reducido para que se pudiera vivir la experiencia en un promedio de 20 minutos: “Se reserva el espacio. El espacio aéreo se mantuvo cerrado hasta las dos de la tarde. Es un vuelo para que los chicos vuelen por primera vez: Despegamos acá, vamos hasta Cascallares (Moreno), bajamos después de la ruta 205 y venimos desde allá por Libertad hasta acá, un vuelito de media hora”, finalizó Lupianez.
La magia del vuelo se apoderó de la sonrisa de cada uno de los chicos que conocieron las nubes desde arriba por primera vez. Los nervios del principio dieron paso a la euforia y la alegría. Hubo algunos menos intrépidos que otros que llevaron un poco de temor o nerviosismo hasta las alas, pero todos aterrizaron felices. Tras el periplo recibieron el diploma que certifica su primer vuelo, regalitos de las escuelas de vuelo y una historia para contar durante toda su vida.
Entrevista, redacción y fotos: Leandro Fernandez Vivas